¿Cómo enfriar la sidra?

Cómo enfriar la sidra

Disfrutar de la sidra siempre apetece. Si es en verano, seguramente todavía más, ¿verdad? Una bebida refrescante que nos ayuda a mitigar los excesos de temperatura. Sin embargo, para conseguirlo, es preciso que se sirva a una temperatura correcta. ¿Sabrías decirnos cuál es y cómo enfriar la sidra de manera correcta? ¡Te lo contamos en este post!

Lo primero que tenemos que tener claro es que en lo que se refiere a la temperatura ideal de la sidra, no hay una cifra exacta universal que sea perfecta, sino más bien un rango de temperaturas entre las que su sabor y disfruta es superior. Estaremos todos de acuerdo en que el exceso de frío hace que pierda aroma y sabor, no disfrutando tanto sus matices y perdiendo parte de su potencial.

Además, no hay dos sidras iguales, sino que cada una de ellas cuenta con una temperatura aconsejada. Lo que sí podemos deciros es que la temperatura ronde los 12ºC, tratando de que nunca esté por debajo de 10ºC y tampoco por encima de 15ºC en verano. En invierno, en cambio, estas temperaturas pueden aumentar un par de grados más.

Realmente, es importante que la sidra se mueva entre estos valores, ya que es la única manera que tenemos de disfrutar al máximo de todos sus aromas y de su sabor. Recuerda que estamos ante una bebida refrescante, por lo que no tiene sentido alguno tomarla muy caliente.

Ahora bien, ¿cómo enfriar la sidra?

Ya tenemos clara la temperatura más o menos a la que hay que beberla, pero ¿cómo enfriar la sidra de manera correcta? Lo ideal y lo tradicional es introducirlas en un barreño con agua y hielo. De hecho, si acudes habitualmente a sidrerías, podrás observar que cuentan con espacios exclusivos dedicados a enfriar las botellas de esta manera.

Pero, ¿por qué no se deben meter en una nevera o un frigorífico? Se trata de un error que no podemos cometer, ya que es muy factible que consigamos enfriar la sidra muy por debajo de la temperatura mínima aconsejada, lo que restaría muchas de sus propiedades, sabor y aroma. En cambio, en un barreño con agua y hielo, la temperatura va bajando gradualmente.