No es ningún secreto. La carne es uno de los principales ingredientes en casi todas las dietas actuales, indistintamente del país o de la cultura. Su consumo es realmente antiguo y siempre ha estado asociado al ser humano. Pero, ¿qué tipos de carne existen? ¿Cuáles son los principales y sus características? ¡No te pierdas este post!
Lo primero que tienes que saber es que este alimento no es homogéneo. Es decir, hay variantes y cada una cuenta con ciertas propiedades que la convierten en única. Hay una diferenciación muy básica entre carnes rojas y carnes blancas, pero no es la única:
- Carne roja: Son más pesadas y su consumo ha de ser moderado y controlado.
- Carne blanca: Tradicionalmente, mucho más ligera que la carne roja, lo que no implica que pueda consumirse sin control alguna.
Aunque esta clasificación suele ser la más habitual, lo cierto es que todavía se puede detallar mucho más a la hora de clasificar los tipos de carne, su especie o la familia de la que provienen. Los más consumidos en países occidentales son los siguientes:
- Carne de vacuno: Seguramente una de las más consumidas en todo el mundo y, por supuesto, en nuestro país. Su consumo ha de limitarse a dos o tres raciones semanales, ya que suele ser considerada como carne roja. Cuenta con un sabor muy popular y es una fuente de proteínas de primer nivel.
- Carne de aves: Considerada como carne blanca y también altamente consumida en nuestra geografía, sobre todo gracias al pollo. La concentración de grasa es muy baja, por lo que es la apuesta de muchas personas interesadas en perder peso, grasa o generar músculo. Solo tiene una excepción y es la carne de pato, mucho más grasa que el resto de aves.
- Carne de conejo: Otro de los tipos de carne considerada como blanca. Está comprobado que su nivel de grasa es de los más bajos y, además, insaturada. Además, cuenta con altísimos niveles de vitamina B.
- Carne de cerdo: La inmensa mayoría de la carne de cerdo está considerada como carne blanca y con un contenido graso relativamente bajo. Eso sí, a la hora de cocinarla habrá que tener cuidado, ya que al “pasarla” o freírla mucho, esos niveles de grasas y calorías se disparan.
- Carne de cabra y de oveja: Su contenido graso es saturado, por lo que no está especialmente recomendado su consumo. Eso sí, el contenido de grasa en la cabra es muy bajo, por lo que puede cocinarse de forma ocasional.